Noticias desde un golpe de estado inesperado

Bamako, Mali

¿Has oído que no recomiendan salir a la calle? ¿Dónde estáis? Me llegaba este sms mientras estábamos reunidos con la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) en la sede de UNICEF desarrollando un proyecto para prevenir el trabajo infantil en el sector minero en Mali. Al poco rato entraba en la sala el Director de UNICEF. Su rostro me dio a entender que el sms iba en serio. “¿Todo bien?” – “No, no todo bien” me dijo saliendo con los responsables de la organización.

“Todos a vuestras casas, encerraros y no salgáis hasta que os avisemos”. Crédito Fernando Casado

« Estaban confiscando coches. »

Al poco rato nos contaban que no podíamos salir del recinto hasta nueva orden. Al parecer había habido una revuelta militar en Kati, población a 18 kilómetros de Bamako, y era impredecible lo que podría ocurrir. El personal del recinto subía y bajaba las escaleras con nerviosismo. “Todos a vuestras casas, encerraros y no salgáis hasta que os avisemos”. Los militares se habían rebelado ante el ministro de defensa, que había acudido para calmar el malestar que arrastraban hace semanas por las malas condiciones con las que tenían que luchar en la guerra del norte. Llevábamos días siguiendo las protestas de las mujeres e hijos de los militares, y era de esperar que tarde o temprano ellos también saldrían a la calle. Pero al parecer esta vez iba más en serio. Se habían apoderado del arsenal de armas y estaban confiscando coches. Decían que venían a Bamako e iban a por el Palacio Presidencial en Koulouba.

La guerra en Libia desestabiliza la zona
Malí ha sido un país sorprendentemente estable a nivel democrático e institucional, a pesar de ser el 175 de los 187 países en índice de desarrollo humano, tener una esperanza de vida de sólo 49,2 años, y con el 44% de la población viviendo sin acceso a agua potable y el 51% en condiciones de pobreza extrema.
Sin embargo, este último año su estabilidad se ha visto amenazada. La sequía ha generado un estado de emergencia por crisis alimentaria y la guerra en Libia ha ocasionado el retorno de milicianos con armamento sofisticado que ha acelerado la guerra en el norte y puesto en desventaja al ejercito nacional.
A pesar de ello, nadie esperaba un golpe de estado el 21 de marzo. Dentro de un mes se celebraban elecciones y el presidente había afirmado que no se iba a presentar. Todo indicaba a que se iban a realizar de manera estable y ordenada.

"Se oían cañonazos, ráfagas de metralleta, detonaciones". © AFP/ Habibou Kouyate

« La incertidumbre se adueñó del ambiente y las palabras empezaron a evolucionar: de manifestación a revuelta, a motín, finalmente a golpe de estado ».

Desde el balcón donde estábamos alojados se divisaba la majestuosidad del río Níger, con el característico baile de colores azulados y anaranjados que adquiere cuando se pone el sol. Entonces empezaron los disparos. Y ya no pararon hasta el amanecer. Se oían cañonazos, ráfagas de metralleta, detonaciones. Se veía cómo estaban atacando el palacio presidencial así como la zona ministerial, entregada por Gadafi como gesto de hermandad y relación privilegiada que siempre mantuvo con el pueblo de Mali. La incertidumbre se adueñó del ambiente y las palabras empezaron a evolucionar: de manifestación a revuelta, a motín, finalmente a golpe de estado.

Militares en Bamako el 22 de marzo, Credito (AFP/HABIBOU KOUYATE)

Llegaban noticias confusas, al principio inauditas pero con el tiempo se fueron confirmando. Los rebeldes han ocupado la televisión pública ORTM y la radio; los rebeldes han entrado en el palacio presidencial; los rebeldes han capturado a varios ministros; los rebeldes tienen el control completo de la ciudad.
Durante los siguientes días se fue instaurando un toque de queda respetado sobretodo por la comunidad internacional. El estado anárquico y el vandalismo característico en estas situaciones duró apenas dos días. Acostumbrados a cortes eléctricos constantes, sorprendía la regularidad de acceso a electricidad que se ha tenido desde el golpe. Con ella venía internet, que milagrosamente funcionaba también sin interrupciones, y a través de internet el flujo de noticias vía Twitter y blogs sociales, documentando casi al momento los acontecimientos.
El viernes, día de mezquita para este país mayoritariamente musulmán de 15 millones de personas, reinó un silencio sepulcral que invitó a la reflexión y a todo tipo de conjeturas.

¿Ha sido un golpe inesperado fruto de la cólera militar que se ha ido incendiando a medida que se acercaban al palacio presidencial? ¿O hay intereses detrás del golpe que están instrumentalizando las protestas para boicotear las elecciones? ¿Hay alguna fuerza internacional detrás debido a la falta de determinación que había mostrado el presidente ATT en la lucha contra AQMI en el norte? ¿Y donde está el presidente? ¿En manos de una embajada internacional? ¿Escondido en un campamento militar preparando la contraofensiva? ¿O en manos de los rebeldes en el cuartel de Kati tal como apuntaban algunos?

Amadou Sanogo, leader de la junta intervino en la ORTM, llamando a la población que deje de hacer pillajes y que respete orden

Durante el fin de semana la tranquilidad se prolongó de manera irritante. Se rumoreaba sobre una contraofensiva por parte de los partidarios del presidente, pero la ciudad callaba y se intuían negociaciones entre ambas partes. Al fin y al cabo, solo había hablado un Capitán (Amadou Sanogo) pero los coroneles y generales de alto rango todavía no se han pronunciado.
Por otro lado, la comunidad internacional ha denunciado el golpe de estado, así como los 10 partidos principales que se presentaban a las elecciones; prácticamente todas las agencias han cancelado las ayudas de cooperación; y las acciones de las empresas mineras, de las que el gobierno es 20% accionista, se han desplomado en la bolsa. Así que si el golpe ha sido un éxito militar, está siendo en fracaso económico en todos los frentes. Un fracaso inmerecido para este país que ya luchaba por superar las adversidades de pobreza extrema y crisis alimentaria este año, y que lo último que necesitaba es un golpe de estado que sólo limita las oportunidades para el desarrollo que su pueblo merece.

Dr. Fernando Casado Cañeque. Director del Centro de Alianzas para el Desarrollo (www.globalcad.org)

Nota: Fernando Casado está informando a diario sobre los eventos de la situación en Malí a través de su cuenta de Twitter: @Fernando_Casado

Para profundizar en el tema, Rezolemag les recomienda este link:
http://panel.vudeo.org/

« Je voyage à travers la peau des autres »

Joana Catot fait du tatouage un art itinérant

« Le tatoueur doit être vulgaire, son aspect louche et sa physionomie inquiétante ».
Voilà un cliché qui a la peau dure. Et c’est Bruno, le maître tatoueur le plus reconnu de France, qui s’en amuse dans son livre Tatoues, qui êtes-vous ? Pour pénétrer dans le studio de la tatoueuse barcelonaise Joana Catot, il faut se rendre à Gracia, quartier nord de Barcelone en pleine gentrification. Au lieu de descendre dans un studio mal aéré et sans hygiène, on monte les escaliers d’un immeuble un brin bourgeois. Une femme aux traits radieux et au sourire grand comme une banane ouvre la porte. En refermant, on laisse derrière-nous toutes nos idées reçus sur l’identité du tatoueur. Elles n’ont pas cours ici.

L’art de dessiner sur la peau
Pour la quarantenaire catalane, le tatouage n’a rien d’une évidence. Au début. Car c’est plutôt le chemin de la couture qu’elle prenait quand, à 26 ans, elle avait déjà deux gosses et un avenir tout tracé dans un petit village de l’arrière-pays catalan. Mais à force de la voir dessiner, une amie lui conseille de s’inscrire à des cours. Elle a 26 ans. Ecole des arts appliqués de Vic, puis école de design et art Eina de Barcelone. Joana devient designer graphique, s’éclate dans une profession qui lui permet de bien gagner sa vie tout en conservant une touche artistique. « Au final, j’ai étudié 10 ans et j’ai acquis une solide formation en arts plastiques et en design », résume-t-elle.

Apprentie artiste, elle a dessiné et peint sur de nombreux supports, mais jamais sur un support vivant et mouvant. « Un jour j’ai vu un tatoueur dessiner sur la peau de quelqu’un. Ce n’est pas immédiatement le travail qui m’a intéressé mais plutôt l’idée de peindre non pas une toile, mais la peau, qui est mouvante, qui vieillit, qui ne peut ni s’acheter ni se vendre, qui ne peut pas s’exposer dans un musée… ça m’a paru fascinant ! C’est là que je me suis dit que je voulais sentir ce qu’il se passe quand on peint un corps humain, qu’on ne peut pas l’effacer et qui se marque dans la douleur. »

« Le tatouage est un art parce qu’il crée »

Cette artiste de formation voit-elle le tatouage comme une forme de création artistique ? « Qu’est-ce que l’art ? Je l’ignore. Mais l’autre jour dans le métro j’ai vu une personne avec un tatouage très vieux et très moche. Ça m’a révulsée ou … intéressée. Je pensais que l’art est beaucoup plus dans ce qui me touche et m’émeut que dans ce que je trouve joli. » Pour l’artiste tatoueur Mariano Castiglioni, « Il est difficile d’expliquer ce qui est art et ce qui ne l’est pas, mais le tatouage est un art parce qu’il crée. Souvent, c’est une idée partagée avec le tatoué qui se créée. » Reste que pour Joana, seuls certaines perles parviennent à atteindre un niveau artistique : « Je suis une très bonne tatoueuse, une très bonne designer graphique, mais je ne suis pas une artiste. Par contre, il y a des tatoueurs avant-gardistes en Europe centrale qui sont bien en avance sur mon travail. Ils font des choses hallucinantes ! »

Autodidacte dans un univers sous testostérone
Si Joana Catot accueille aujourd’hui ses client(e)s dans un studio débordant de livres spécialisés récoltés au cours de ses pérégrinations, c’est après avoir cherché par tous les moyens à apprendre cette technique pour laquelle à l’époque, il n’existait ni diplôme ni formation reconnue (aujourd’hui, le gouvernement catalan oblige les tatoueurs à suivre un cours d’hygiène sanitaire et il existe également un diplôme depuis septembre à Barcelone). « Ça a été très difficile de trouver quelqu’un qui veuille bien m’enseigner à tatouer, parce que c’est un monde très fermé. J’ai finalement trouvé quelqu’un qui a bien voulu me l’enseigner, mal, mais c’est à partir de là que j’ai commencé à tatouer dans mon village. Ma chance, c’est qu’à l’époque les tatouages étaient petits, et comme je ne savais pas bien tatouer, ça me convenait. A mesure que les tatouages ont pris de l’ampleur, moi aussi j’ai pris de l’expérience. »

« Barcelone, une oasis de studios de tatoueurs et de tatoués en tout genre. Inutile d’essayer d’y marcher dix minutes sans croiser une épaule ou un avant-bras tatoué. »

Puis la rupture personnelle vient tout accélérer : « Je tatouais de plus en plus dans mon village. Puis j’ai divorcé et je suis venu m’installer à Barcelone. Là, le tatouage est devenu omniprésent pour moi. » Barcelone, une oasis de studios de tatoueurs et de tatoués en tout genre. Inutile d’essayer d’y marcher dix minutes sans croiser une épaule ou un avant-bras tatoué. Joana travaille dur dans un atelier très populaire dans le quartier du Raval. Après cette expérience, elle est mûre pour s’y dédier à 100%.

Anthropologie itinérante du tatouage
Mais quelque chose manque. Tout cela est trop mécanique, pas assez créatif. « Probablement du fait de mon héritage des Beaux-Arts et de l’histoire de l’art, j’ai commencé à me demander ce qu’était vraiment le tatouage. D’où vient-il, que sent-on, ce qu’en pensent les gens. » Le hic, c’est que, bien qu’elle adorerait rencontrer des gens pour en débattre, « dans ce pays il n’y en a pas. »
Internet devient alors une véritable mine d’or pour assouvir son besoin d’en savoir plus sur les différents visages de cette pratique vieille comme le monde. Peu à peu, la source se tarie face à la soif de savoir de la tatoueuse : « Sur Internet, je trouvais beaucoup de récits, mais il y a beaucoup de copier-coller, tu te rends compte que sur les 100 articles qui parlent d’un lieu, une seule personne s’y est vraiment rendue. »

« Tous les peuples du monde sont tatoués »

Reste une solution, celle d’un nouveau départ : « J’étais très intéressée par Hainan, une île au sud de la Chine. Sur Internet, certains disaient que oui, d’autres que c’était fini, et d’autres encore qu’à Hainan, seules les femmes continuaient à se tatouer. Eh bien j’y suis allée ! L’expérience a été tellement bonne que j’ai décidé de voyager dans toutes les parties du monde pour voir si on se tatouait, comment, si la pratique disparaissait ou au contraire y retrouvait une nouvelle jeunesse ».

Comme elle, le tatouage semble ne jamais s’avouer vaincu. Entré dans le dictionnaire français à la moitié du XVIIIème siècle avec les récits de voyageurs dans les îles du Pacifique ou en Afrique, il est aussi vieux que le monde et plus diffus que le football : « Ce qui me paraît fascinant, c’est que tous les peuples du monde sont tatoués, des Inuits aux Africains, dont les scarifications sont pour nous des tatouages, aux Indiens d’Amérique, en passant par les Russes … tout le monde ! » Myanmar, Bénin, Californie, Hainan, Algérie, ses destinations sont aussi éculées que diverses, mais ont toutes pour point commun la quête d’autres pratiques de tatouage. « Je voyage à travers la peau des autres », sourit-elle.

« Je voyage à travers la peau des autres », sourit Joana Catot

Au retour, les anecdotes et les découvertes sont si nombreuses qu’elle se met à les partager au cours de conférences, de la Catalogne à l’Argentine. « Ma dernière destination a été le Cameroun, où je suis me suis rendue avec l’anthropologue Joan Riera. Nous avons été à la rencontre d’un peuple pygmée, les Baka, et nous avons eu la chance d’assister à une cérémonie d’initiation où on affinait les dents de jeunes adolescents. Nous avons aussi observé une séquence de scarification de jeunes filles. Mais c’était de petits tatouages. »

Les femmes, dernières gardiennes du tatouage
Pourquoi Joana a-t-elle emprunté les routes si peu courues qui mènent aux différentes cultures du tatouage du monde entier ? Difficile à dire, tant tout pour elle est accompagné des superlatifs « brutal » ou « fascinant ». Mais un détail retient l’attention. Seule femme tatoueuse de son âge en Espagne, autrement dit pionnière de la féminisation de cette pratique en Europe, elle découvre une réalité inverse au cours de ses voyages : dans des cultures où le tatouage est en perte de vitesse, ce sont les femmes qui continuent de le porter. « Les hommes sont les premiers à avoir des contacts avec le monde moderne. Les habitants de l’île de Hainan doivent aller vendre sur les marchés et leurs peintures corporelles sont la risée des Chinois. Les Machis de l’Amazonie au Brésil retirent leurs piercings quand ils vont travailler en ville. Pendant ce temps, les femmes restent dans la communauté. A Hainan, il ne reste presque plus de tatouées. » De quoi rasséréner, et lui donner envie de devenir la voix de ces femmes et leurs pratiques culturelles qui tombent en désuétude.

Le tatouage n’est pas une mode, mais il est à la mode
Rien à voir avec les pays occidentaux où ce que l’on considérait encore comme un passe-temps de taulard au temps de Bruno devient une preuve de goût chez les nouvelles générations. « Le tatouage est à la mode mais ce n’est pas une mode », nuance Joana, satisfaite : « C’est bien que le tatouage ne soit pas qu’une curiosité car c’est beaucoup plus profond que ça : c’est autant une manière d’être, d’expliquer, de revendiquer quelque chose que tu as besoin de démontrer, de montrer, de souffrir… Sans ce mouvement, beaucoup de travaux ne seraient pas acceptés et nous n’aurions pas non plus un matériel de cette qualité. »

Pour le psychologue et psychanalyste Serge Tisseron, « le tatouage a toujours été utilisé. La différence aujourd’hui, c’est qu’il se montre. Nous visons une période où les gens cherchent à affirmer leur originalité. » Un autre aspect positif tient à cœur à Joana. La mode en Occident semble avoir ravivé la flamme de certaines communautés qui avaient abandonné le tatouage : « Les Indiens Yurok de Californie que j’ai rencontré il y a quatre ans ne se tatouaient plus depuis 50 ans et, soudain, un groupe de 12 femmes a recommencé. »

Emmanuel Haddad

Le site de Joana Catot :
http://joanacatot.com/

La herencia tóxica

Este documental trata de los efectos de los insecticidas sobre la salud y el medio ambiente, a través de la mirada de un agricultor biológico, Pere, y de Miquel Porta, director de un informe que mide los niveles de contaminantes en la población.


Herencia tóxica por valeriezoydo

Adoption d’enfants volés : 50 ans d’une pratique secrète

Le premier cas d’enfants volés prouvé grâce à un test ADN, ouvre une page historique douloureuse et secrète. Des années 1940 aux années 1990, 300 000 adoptions irrégulières et vols d’enfants pourraient avoir eu lieu en Espagne. Reportage.

Jamais elle n’a cru les médecins qui lui ont affirmé la mort de son nouveau-né. Et cela fait 40 ans qu’elle s’acharne à trouver la vérité. Le couperet est finalement tombé à Barcelone le 19 février dernier. Cette mère vient de retrouver son enfant, né dans les années 70, grâce à un test ADN. En réalité, à l’époque, la pe­tite fille faisait partie de ces nombreux cas d’enfants volés et illégalement adoptés. C’est le premier cas de retrouvailles et il est certain qu’il ne sera pas le dernier.

En effet, le mercredi 16 février, le ministre de la Justice espa­gnol Francisco Caamaño s’est engagé à créer un programme pour que les familles des en­fants adoptés illégalement des années 1940 aux années 1990 puissent faire des tests ADN et faciliter ainsi l’enquête dont s’emparent aujourd’hui les juges et procureurs de tout le pays. Toute l’Es­pagne a les yeux tournés vers “l’affaire des enfants volés”… Après trente années d’un silence de pierre.

300 PLAINTES DE VICTIMES

Ainsi, le 27 janvier 2011, l’avocat Enrique Vila Torres a déposé au nom de l’Association nationale des victimes des adoptions illégales (Anadir) 300 plaintes de victimes d’une “mafia organisée pour séquestrer et vendre des enfants de l’hôpital ou de la clinique jusqu’à l’acheteur” devant le parquet général de l’Etat. Trois cents plaintes nourries de preuves flagrantes. Actes de naissances falsifiés, tests ADN révélant l’absence de liens biologiques avec leurs parents supposés, confessions de ces derniers, présentation d’actes de décès des en­fants volés prouvant la volonté de nier leur véritable identité civile…

Des preuves qui révèlent l’existence depuis les an­nées 1940 d’un trafic d’enfants volés en Espagne. Si le quartier général se situait à la Clinique San Ramón à Madrid, des centres hospitaliers de tout le pays sont soupçonnés d’avoir participé. A San Ramón, la tête pensante en était le docteur Vela et sa main droite, une assistante sociale. Cette nonne se chargeait de rapporter aux mères volées que leur enfant n’avait pas survécu à l’accouchement ou qu’ils avaient été victimes de malformations. En bout de chaîne, les parents adoptifs recueillaient l’enfant contre une certaine somme d’argent (les témoignages évoquent des tarifs entre 200 000 et 300 000 pesetas, soient entre 1500 et 2000 euros). Tout le monde était gagnant, au détriment de la mère spoliée et des enfants détournés.

“300 000 ADOPTIONS IRRÉGULIÈRES”

Plus qu’un fait divers à grande ampleur, ce trafic est le plus grand scandale auquel soit confrontée l’Es­pagne contemporaine. S’il a débuté pour des mo­tifs idéologiques -à l’heure où le psychiatre officiel de l’armée franquiste Antonio Vallejo Najera voulait “extirper le gène marxiste” en volant les enfants des mères républicaines- il s’est prolongé bien après la chute du dictateur Franco selon l’association Ana­dir qui recueille des témoignages d’enfants volés. L’idéologie a cédé la place au profit pur, sur le dos des familles les plus démunies.

C’est ainsi que depuis presque trois ans, Antonio Barroso, le fondateur d’Anadir, accueille à Barce­lone des personnes qui doutent de leur origine et pensent avoir été adoptées d’une manière crapuleuse. Jeudi 27 janvier, le passé historique de l’Espagne a ressurgi dans ce qu’il a de plus nauséabond devant le parquet général de l’Etat. Mais surtout, il questionne l’identité intime d’un grand nombre d’Espagnols, qu’ils soient victimes ou complices : Enrique Vila Torres a révélé au quo­tidien français Le Monde que “300 000 adoptions irrégulières et vols d’enfants pourraient avoir eu lieu en Espagne entre les années 1940 et 1990”.

JUSQU’À STRASBOURG S’IL LE FAUT

A l’heure actuelle, l’issue du procès collectif est incertaine. Y aura-t-il prescription ou les autorités le jugeront-elles comme un crime contre l’humanité, donc imprescriptible ? L’avocat Vila Torres entend faire peser la notion de responsabilité patrimoniale de l’Etat dans le cas des hôpitaux publics, ce qui permettrait aux victimes de faire valoir les dom­mages moraux qu’ils ont subis.

Dans le même temps, Antonio Barroso se dit prêt à aller jusqu’à Strasbourg, devant la Cour euro­péenne des Droits de l’Homme, si la parole des victimes d’Anadir n’est pas entendue en Espagne. Dans le même temps, le risque de la concurrence des associations des victimes pointe son nez. D’un côté, Anadir refuse de ranger sa plainte dans la catégorie “croisade anti-franquiste”. De l’autre, le groupe des victimes des cliniques de toute l’Es­pagne n’hésite pas à jouer la carte politique et à situer sa dénonciation dans le contexte des dérives du ré­gime franquiste.

Une chose est sûre, la colère et l’incompréhension des enfants adoptés et des mères à qui on a volé l’enfant remettent en cause les efforts de récon­ciliation nationale engagés par la loi de 2007 sur la Mémoire Historique. Cette loi vise justement à reconnaître et à étendre les droits des victimes du franquisme. Or la tâche législative s’avère ardue, à l’instar du juge Garzón, suspendu de la magis­trature alors qu’il enquêtait sur les crimes du fran­quisme.

Parmi eux, le plus célèbre des juges espagnols évoquait “la soustraction systématique présumée d’enfants de prisonnières républicaines”. Pour­quoi, alors, le trafic présumé des enfants volés, n’a pas été placé au coeur du travail de justice et de mémoire ? Ce trafic avait été pourtant révélé pour la première fois par des journalistes de la revue Interviú en 1980… La tactique d’Anadir est en tout cas d’éviter de se référer au franquisme, par précaution, mais aussi parce que le trafic d’enfants volés s’est poursuivi bien après la fin de la dicta­ture. L’heure du grand procès historique n’a donc pas encore sonné en Espagne… La question est maintenant de savoir si les victimes de ce scandale pourront au moins se réconcilier avec leur identité. EMMANUEL HADDAD

En Argentine comme en Espagne, les voleurs d’enfants sur le banc des accusés
Il y a comme un écho entre l’Espagne et l’Argentine. Lundi 28 février s’est ouvert un procès historique sur le vol des bébés comme “plan systématique” de la dictature qui a étouffé le pays de 1976 à 1983. Sur le banc des accusés, les deux dictateurs Jorge Videla, 85 ans, et Reynaldo Bignone, 83 ans, et six autres mi­litaires. La lutte de l’association argentine de las “Madres de la Plaza de Mayo” a permis de recueillir des voix contre le trafic d’enfants. Mais surtout, chaque jeudi depuis le 30 avril 1977, les mères répètent le même rituel : une marche silencieuse autour de la Plaza de Mayo, la place du palais présidentiel à Buenos Aires, pour réclamer le retour de leurs enfants vivants.
Cinq cents bébés ont été volés à leurs parents et adoptés par des militaires en Argentine. Contrairement à l’Espagne où le trafic s’est poursuivi après la dicta­ture de Franco, le procès argentin jugera les dirigeants d’un régime à la période délimitée. Une centaine d’enfants volés ont pu retrouver leur vraie identité. Parmi eux, Victoria Donda, 34 ans, est aujourd’hui député et auteure de Moi, Victoria, enfant volée de la dictature